Celler Martín Faixó | Sa Perafita

A S

Experiencia para no olvidar. Visita exprés del entorno exterior y explicación rápida y con prisas por parte de la chica encargada, que no se presentó si no directamente empezó a hablar rápidamente. El interior parecía una sala de juegos, con un futbolín junto a la máquina de la que limpian las uvas. La habitación donde estaban las barricas con el crianza parecía un trastero. Juguetes de niños y cajas con trastos hacinados entre medio y por encima de las barricas. Sinceramente, nada profesional. La cata la hicimos en el exterior, tuvimos que mover nosotros una mesa de hierro y sillas para poder sentarnos. Su mensaje fue que estuviéramos de pie o nos espabiláramos. Nos sirvió 4 vinos y 1 vermut, todo en la misma copa, no había nada para tirar el sobrante de la copa ni renovarnos la copa en cada cata. Al final, trajo un bote para recoger el vino, uno solo para las 15-20 personas que estábamos. Uno de los vinos tenía pongo, nos quejamos y no reaccionó demasiado amablemente. Sí fue a buscar otra botella y lo llenó a la gente que se había quejado. Las botellas estaban abiertas, hubo dos vinos que sirvió a la vez y nos los hizo compartir, sorprendentemente desagradable. Explicación mínima de cada vino, nombre y clase, nada más. Servicio chocante y profesionalidad cero. Realmente, parecía que le molestáramos. El entorno es fantástico, una lástima tener un servicio tan poco profesional, que toca la mala educación, parece realmente una tomadura de pelo. No lo recomiendo por nada del mundo.

Dimitrios Sofianopoulos

Viajé todo el camino desde Barcelona para comprobarlo. Desafortunadamente, las personas que estaban allí ese día no estaban muy felices de tener invitados, ya que tenían una fiesta de bodas la noche anterior. Bastante decepcionante porque tenía muchas ganas de esto.

Jordi Cabre

Increíble lugar entre Cadaqués y Port de la Selva. Alojamiento, Bodega de vinos y cavas propios. Posibilidad de alquilar el espacio X eventos. Vistas espectaculares, uno de los paraísos del Empordà!!!!

Marijn Vranken

Hotel y degustación de vinos reservados. Tuve una estancia agradable. La cata de vinos se cuenta con mucha pasión. Probamos muchos vinos diferentes. El hotel es bueno, el desayuno es sencillo pero sabroso. El único inconveniente es que no hay restaurante ni cocina, por lo que para el almuerzo y la cena hay que conducir por la carretera de montaña hasta el pueblo. En combinación con beber vino, esto es práctico.